¿Y tú? ¿Qué elegirías en tu carrera: ser el número uno o el mejor remunerado? | Marca

Que si la gloria, que si la historia… ¡y qué importa la cuenta bancaria, amigos! Nos fascina discutir sobre lealtad, sobre el amor a los colores, y sobre la Champions como la cúspide del fútbol, pero ¿y si para algunos la verdadera victoria radica en otra cosa? ¿Y si su objetivo no es acumular Orejonas, sino garantizarse un futuro próspero mediante un contrato desorbitado?

Vinicius, Baena, Rodrygo o cualquier otro que reciba la llamada del petrodólar tiene derecho a decidir su destino. ¿Nos gusta más verlos en Europa? Claro. ¿Nos molesta que se vayan por dinero? Pues depende de a quién le preguntes, pero seamos sinceros: el fútbol profesional es un negocio, y el que no lo entienda sigue viviendo en los años 90.

Nos llenamos la boca diciendo que el talento debe quedarse donde compite con los mejores, pero luego miramos de reojo nuestro saldo a final de mes cada cinco minutos. Si un futbolista decide cambiar la gloria deportiva por la seguridad económica, está en su derecho. No todos sueñan con ser leyenda del fútbol; algunos prefieren ser millonarios a los 25 y disfrutar sin preocupaciones.